Uso de técnicas de imagen avanzadas para la detección temprana de anomalías estructurales fetales: precisión y eficacia de la resonancia magnética fetal en el diagnóstico precoz de malformaciones

Autor: Cruz Moya, Elio Rolando

INTRODUCCIÓN

La evaluación precisa del desarrollo fetal durante el embarazo es un componente fundamental de la atención prenatal. Si bien la ecografía continúa siendo la herramienta estándar para el diagnóstico de malformaciones congénitas, presenta limitaciones relacionadas con la posición fetal, el volumen de líquido amniótico o el índice de masa corporal materno. En este contexto, la resonancia magnética fetal (RMF) ha emergido como una técnica complementaria valiosa, especialmente en la detección de anomalías estructurales complejas (Molina-Giraldo et al., 2022).
Su capacidad para ofrecer imágenes detalladas del sistema nervioso central, el tórax y el sistema musculoesquelético la posiciona como un recurso esencial cuando la ecografía es insuficiente o ambigua.

Estudios recientes han demostrado que la RMF no solo incrementa la precisión diagnóstica, sino que también proporciona información adicional en hasta el 55% de los casos, permitiendo una mejor caracterización de las malformaciones detectadas por ultrasonido (Wilson & Whitby, 2024). En un metaanálisis de 361 pacientes, la precisión diagnóstica de la ecografía fue del 60,6 %, mientras que la de la RMF alcanzó el 86,4 %, lo que evidencia su utilidad clínica en el manejo prenatal. Además, la RMF es especialmente eficaz para detectar patologías en casos de oligohidramnios y para evaluar anomalías del sistema genitourinario y musculoesquelético con mayor claridad y profundidad (Wilson & Whitby, 2024).

Otro aspecto relevante en el uso de la resonancia magnética fetal es su perfil de seguridad. La evidencia actual señala que, a pesar de preocupaciones teóricas como el calentamiento de tejidos o el ruido acústico, no se han identificado efectos adversos significativos sobre el desarrollo fetal con equipos de 1,5T o 3T (Puris et al., 2025). De hecho, la RMF no implica radiación ionizante y, utilizada bajo parámetros adecuados, se considera segura incluso durante el primer trimestre, aunque su aplicación más frecuente ocurre en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Así, la RMF representa una herramienta avanzada no solo en términos diagnósticos, sino también en el marco de una medicina fetal más segura y personalizada.

JUSTIFICACIÓN

La importancia del estudio de técnicas de imagen avanzada como la resonancia magnética fetal (RMF) en el campo de la medicina radica en el diagnóstico prenatal preciso, seguro y oportuno de malformaciones congénitas. Las anomalías estructurales fetales representan una causa significativa de morbilidad y mortalidad neonatal, así como de discapacidad a largo plazo. La detección temprana de estas condiciones permite no solo un mejor pronóstico perinatal, sino también la posibilidad de tomar decisiones clínicas informadas que incluyen: desde la planificación del parto hasta la intervención médica intrauterina o posnatal. En este contexto, la RMF ofrece ventajas sustanciales sobre otras modalidades de imagen al proporcionar una visualización detallada de los tejidos fetales, sin depender de factores limitantes como el volumen de líquido amniótico, la obesidad materna o la posición fetal (Molina-Giraldo et al., 2022).

Además, la medicina contemporánea se orienta hacia un enfoque preventivo y personalizado, donde la calidad del diagnóstico constituye un eje fundamental. La RMF, al aumentar la precisión diagnóstica en más del 25% de los casos comparada con la ecografía convencional, contribuye a
mejorar significativamente la atención perinatal (Wilson & Whitby, 2024). Su integración como herramienta complementaria ha demostrado un impacto directo en la toma de decisiones clínicas, incluyendo modificaciones en el tratamiento, el seguimiento y el asesoramiento genético a los
padres, lo que en última instancia influye en los resultados de salud del recién nacido y en la calidad de vida familiar.

Desde el punto de vista bioético, investigar y promover el uso seguro y eficaz de la RMF también responde al principio de beneficencia médica, al garantizar que los recursos diagnósticos disponibles se utilicen de forma que maximicen el bienestar tanto de la madre como del feto. La
evidencia científica actual indica que, bajo condiciones controladas, la RMF no implica riesgos significativos para el desarrollo fetal, lo cual respalda su uso clínico y sugiere la necesidad de fortalecer su implementación en los protocolos de diagnóstico prenatal (Puris et al., 2025). Por consiguiente, abordar este tema no solo es pertinente, sino esencial para el avance de la medicina materno-fetal y para el desarrollo de políticas de salud basadas en evidencia que prioricen una atención prenatal integral, segura y de alta calidad.

OBJETIVO GENERAL

Investigar la precisión, eficacia y seguridad de la resonancia magnética fetal como técnica de imagen avanzada en la detección temprana de anomalías estructurales fetales.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  1. Comparar la precisión diagnóstica de la resonancia magnética fetal con la ecografía prenatal en la identificación de malformaciones estructurales.
  2. Evaluar la utilidad clínica de la RMF como complemento diagnóstico en casos de ecografía inconclusa o limitada.
  3. Analizar la evidencia científica reciente sobre la seguridad de la RMF en distintas etapas del embarazo.

CONCLUSIONES

  1. La incorporación de técnicas de imagen avanzadas en el diagnóstico prenatal ha transformado significativamente la capacidad de los equipos médicos para detectar, caracterizar y planificar el manejo de anomalías estructurales fetales. En este contexto, la resonancia magnética fetal (RMF) se ha consolidado como una herramienta complementaria de gran valor frente al ultrasonido convencional, especialmente en casos complejos o de difícil interpretación.
  2. Los estudios revisados demuestran que la RMF mejora la precisión diagnóstica en múltiples sistemas anatómicos, con especial impacto en el sistema nervioso central, donde permite una mejor caracterización de malformaciones como hidrocefalia no comunicante, agenesia del cuerpo calloso, hipoplasia cerebelosa y trastornos de la migración neuronal. La concordancia diagnóstica con el diagnóstico posnatal fue consistentemente superior para la RMF en comparación con el ultrasonido, lo que refuerza su utilidad clínica en la toma de decisiones.
  3. En el sistema torácico, la RMF ha mostrado una alta capacidad para confirmar diagnósticos como hernia diafragmática y malformaciones adenomatoideas quísticas, además de aportar información adicional en casos de secuestro pulmonar o hidrotórax. En el sistema musculoesquelético, aunque la sensibilidad inicial del ultrasonido es mayor, la RMF ofrece una mejor confirmación diagnóstica, reduciendo la tasa de falsos positivos y mejorando la planificación perinatal.
  4. Desde el punto de vista de seguridad, la evidencia científica respalda el uso de RMF sin contraste durante cualquier trimestre del embarazo. No se han identificado efectos adversos significativos en el desarrollo fetal ni en la salud neonatal, lo que permite su uso con confianza en contextos clínicos. El uso de gadolinio, aunque aún debatido, parece tener un riesgo bajo cuando se utiliza con criterios estrictos de indicación.
  5. Una innovación destacada es el enfoque MRI-Trio, que incluye la evaluación por resonancia magnética cerebral de uno o ambos progenitores junto con la RM fetal. Este modelo ha demostrado ser útil en el asesoramiento genético y pronóstico, especialmente en anomalías cerebrales con posible herencia autosómica dominante. La concordancia radiológica entre feto y progenitor se asocia con un mejor pronóstico neurológico y una menor tasa de interrupción del embarazo, lo que aporta una dimensión ética y emocional al proceso diagnóstico.
  6. En conjunto, la RMF y sus variantes avanzadas no solo mejoran la precisión diagnóstica, sino que también humanizan el proceso de atención prenatal, al ofrecer a los padres información más clara, detallada y personalizada. Su integración en protocolos clínicos debe ser promovida en unidades de Medicina Materno Fetal, especialmente en contextos de alto riesgo obstétrico, donde la toma de decisiones requiere el máximo nivel de certeza posible.
  7. Finalmente, se destaca la necesidad de fortalecer la formación de especialistas en imagenología fetal, así como de ampliar el acceso a tecnologías de resonancia magnética en países de Latinoamérica. La evidencia sugiere que la RMF no debe considerarse una técnica de segunda línea, sino una herramienta estratégica en la medicina fetal moderna, capaz de transformar el pronóstico y la calidad de vida de los recién nacidos afectados por malformaciones congénitas.