Autor: Melgarejo Dela O, Iván Nilver
INTRODUCCIÓN
Las anomalías congénitas, también conocidas como malformaciones estructurales o defectos de nacimiento, son alteraciones morfológicas que se desarrollan durante la gestación y representan una de las principales causas de morbilidad, mortalidad neonatal y discapacidad infantil a nivel mundial. Se estima que aproximadamente el 3–5 % de los recién nacidos vivos presentan algún tipo de anomalía congénita detectable, muchas de las cuales pueden ser identificadas durante el embarazo mediante pruebas de detección prenatal (Fu et al., 2022a). La identificación temprana de malformaciones fetales no solo contribuye a un mejor manejo del embarazo, sino que también facilita el asesoramiento genético y la planificación perinatal adecuada.
En las últimas décadas, la tecnología aplicada al diagnóstico prenatal ha avanzado significativamente. Métodos como la ecografía de alta resolución, el ultrasonido tridimensional, el test prenatal no invasivo (NIPT), y más recientemente, la secuenciación del exoma fetal (WES) y el genoma completo (WGS), han revolucionado la capacidad para detectar anomalías estructurales y genéticas con mayor precisión y menor riesgo (Borrell et al., 2024; Bronsgeest et al., 2023; Qi et al., 2024). En particular, el uso de la WES en fetos con anomalías estructurales ha demostrado aumentar la tasa de diagnóstico genético entre un 10% y 30%, superando las capacidades de pruebas como el cariotipo convencional y el microarray cromosómico (Borrell et al., 2024; Qin et al., 2023)
Tradicionalmente, el diagnóstico prenatal de anomalías genéticas se ha basado en técnicas como el cariotipo convencional y el microarray cromosómico (CMA). El cariotipo permite detectar alteraciones cromosómicas grandes, como aneuploidías o reordenamientos estructurales, pero tiene una resolución limitada, lo que puede impedir la identificación deanomalías más pequeñas. El CMA, por su parte, ofrece mayor precisión al detectar deleciones y duplicaciones submicroscópicas, mejorando la tasa de diagnóstico especialmente en fetos con múltiples anomalías estructurales (Fu et al., 2022b; Qin et al., 2023). Otra técnica utilizada es la hibridación in situ fluorescente (FISH), que permite identificar rápidamente ciertas alteraciones cromosómicas específicas sin necesidad de cultivo celular; sin embargo, su aplicación es dirigida y no ofrece una visión global del genoma, por lo que suele emplearse como prueba complementaria.
Dada la carga que representan las anomalías congénitas en términos de salud, y considerando las posibilidades diagnósticas que ofrecen las nuevas tecnologías, resulta fundamental explorar el panorama actual de estas herramientas en la detección prenatal, su aplicabilidad y ventajas.
JUSTIFICACIÓN
Las anomalías estructurales fetales representan un desafío significativo en la medicina materno-fetal por su impacto clínico, emocional y social. En la actualidad, el diagnóstico prenatal ha evolucionado de forma vertiginosa, permitiendo una detección cada vez más precisa, temprana y segura de estas malformaciones gracias a tecnologías emergentes como la secuenciación del exoma (WES), del genoma completo (WGS) y el test prenatal no invasivo (NIPT). Dado que muchas de estas anomalías pueden asociarse con trastornos genéticos complejos, el uso de tecnologías avanzadas resulta crucial para mejorar el manejo perinatal, el asesoramiento genético, y la toma de decisiones reproductivas informadas por parte de las familias. Esta monografía busca resaltar la importancia de dichas innovaciones, comparándolas con técnicas tradicionales y destacando su impacto actual y futuro en el diagnóstico prenatal.
OBJETIVOS
- Esta monografía tiene como objetivo general describir las principales innovaciones tecnológicas utilizadas para la detección de anomalías estructurales durante la gestación y como objetivos específicos describir brevemente las pruebas genéticas tradicionales.
- Describir las pruebas prenatales no invasivas (NIPT), la secuenciación del exoma fetal (WES) y el genoma completo (WGS)
CONCLUSIÓNES
- El desarrollo y aplicación de tecnologías genéticas avanzadas ha transformado radicalmente el diagnóstico prenatal de anomalías estructurales. Y juegan un papel principal en este campo: desde los métodos tradicionales como el cariotipo y el microarray cromosómico (CMA), hasta pruebas más innovadoras como el test prenatal no invasivo (NIPT), la secuenciación del exoma fetal (WES) y la secuenciación del genoma completo (WGS). Cada una de estas tecnologías ofrece ventajas diagnósticas específicas, aumentando la precisión, seguridad y capacidad de detección en diferentes contextos clínicos.
- La WES ha demostrado una alta tasa de diagnóstico en fetos con malformaciones estructurales, mientras que la WGS emerge como una herramienta más potente y global, con potencial para convertirse en el estándar futuro del diagnóstico prenatal genético. Asimismo, el NIPT ha marcado un hito al ofrecer una alternativa segura y eficaz de cribado sin comprometer la salud fetal o materna.
- La importancia de estas tecnologías en la práctica médica es incuestionable. Su implementación permite una toma de decisiones más informada por parte de los padres, optimiza el manejo perinatal y mejora las estrategias de asesoramiento genético. En un contexto de medicina personalizada, estas herramientas refuerzan el enfoque centrado en el paciente y contribuyen a anticipar intervenciones médicas oportunas, reduciendo la incertidumbre y mejorando los desenlaces obstétricos.
- De cara al futuro, las líneas de investigación deben centrarse en la integración clínica rutinaria de la WGS, la reducción de costos, el perfeccionamiento de algoritmos de interpretación genética y el desarrollo de marcos éticos y legales sólidos