Biología del desarrollo de gemelos monocigóticos y dicigóticos

Autor: Javier, Mory Villanueva

INTRODUCCIÓN

El tubo neural es una estructura embrionaria que, tras su adecuado cierre, origina el cerebro
y la médula espinal. Su desarrollo se inicia alrededor del día 18 de gestación y concluye hacia el
día 28, siendo un proceso crítico y susceptible a alteraciones. Cuando este cierre no ocurre de
forma correcta, se producen defectos del tubo neural (DTN), entre los cuales destacan la
anencefalia y la espina bífida, condiciones que comprometen severamente la calidad de vida y la
viabilidad del recién nacido (Moore, Persaud & Torchia, 2016).

Desde la perspectiva médica, el estudio de los DTN es de vital importancia por su impacto
en la salud pública, ya que constituyen una de las causas más comunes de malformaciones
congénitas del sistema nervioso. La espina bífida, por ejemplo, puede presentarse en formas leves
o severas, con consecuencias neurológicas, motoras y urológicas de por vida. La anencefalia, en
cambio, es incompatible con la vida. Estas condiciones están asociadas tanto a factores genéticos
como ambientales, entre ellos la deficiencia de ácido fólico durante la etapa periconcepcional
(Sadler, 2012).

En este contexto, resulta indispensable la prevención mediante la educación
preconcepcional y el uso de suplementos de ácido fólico, lo que ha demostrado reducir la
incidencia de DTN hasta en un 70%. La medicina preventiva y la genética médica juegan un rol
esencial en el diagnóstico temprano y en la implementación de políticas sanitarias efectivas (Botto
et al., 1999). Por tanto, conocer en profundidad el desarrollo del tubo neural y sus alteraciones
permite al médico intervenir de manera oportuna y ética en el manejo integral de estas condiciones.

JUSTIFICACIÓN

El estudio del desarrollo del tubo neural y sus posibles defectos es de gran relevancia en el
campo de la medicina, no solo por la frecuencia con la que se presentan estas malformaciones
congénitas, sino por su impacto en la salud pública. Los defectos del tubo neural, como la
anencefalia y la espina bífida, representan una de las principales causas de discapacidad infantil y
mortalidad neonatal en todo el mundo. La importancia de este tema radica en que, a pesar de su
gravedad, muchos de estos casos pueden prevenirse mediante intervenciones accesibles, como la
suplementación con ácido fólico antes y durante el embarazo. Comprender los mecanismos
embriológicos que intervienen en el cierre del tubo neural permite no solo un diagnóstico más
temprano y preciso, sino también la implementación de políticas de prevención eficaces. Además,
el abordaje clínico de estos defectos exige una preparación médica integral, que incluya
conocimientos en genética, embriología, pediatría y salud pública (Botto et al., 2018). Por ello,
este tema no solo es pertinente desde el punto de vista académico, sino también esencial para la
práctica médica responsable y comprometida con la prevención de enfermedades congénitas.

OBJETIVO GENERAL

Analizar el proceso de desarrollo del tubo neural y su relación con los principales defectos congénitos, como la anencefalia y la espina bífida.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  1. Describir las etapas fundamentales del cierre del tubo neural durante el desarrollo embrionario.
  2. Identificar los principales factores de riesgo asociados a estos defectos, incluyendo causas genéticas, ambientales y nutricionales; y
  3. Examinar las características clínicas, diagnóstico y abordaje de la anencefalia y la espina bífida, así como las estrategias de prevención recomendada

CONCLUSIONES

  1. El desarrollo del tubo neural es un proceso embriológico complejo y altamente regulado, esencial para la formación del sistema nervioso central. Su adecuada formación entre la tercera y cuarta semana de gestación depende de múltiples factores genéticos, bioquímicos y ambientales. Cuando este proceso se ve alterado, se originan los defectos del cierre del tubo neural (DCTN), entre los cuales destacan la anencefalia, espina bífida y encefalocele. Estas malformaciones constituyen una de las principales causas de discapacidad congénita y mortalidad neonatal a nivel mundial.
  2. Desde el punto de vista médico, el conocimiento de los mecanismos del cierre neural, su diagnóstico precoz y, sobre todo, las medidas de prevención como la suplementación con ácido fólico, resultan fundamentales. La correcta implementación de programas de fortificación alimentaria y educación prenatal ha demostrado una notable reducción en la incidencia de DCTN. Asimismo, el desarrollo de técnicas como la cirugía fetal intrauterina ofrece nuevas posibilidades terapéuticas para mejorar el pronóstico de algunos casos, aunque su disponibilidad aún es limitada.
  3. En cuanto a la práctica médica, este tema tiene una alta relevancia en especialidades como ginecoobstetricia, pediatría, neurología, genética médica y salud pública. Los profesionales de la salud deben ser capaces de identificar factores de riesgo, recomendar suplementación adecuada, realizar diagnósticos prenatales oportunos y brindar acompañamiento multidisciplinario a las familias afectadas. Además, se requiere un enfoque ético y humano en la toma de decisiones clínicas frente a diagnósticos prenatales graves.
  4. Finalmente, las futuras líneas de investigación se dirigen hacia el estudio de los mecanismos moleculares y genéticos implicados en la neurulación, el desarrollo de nuevas terapias prenatales menos invasivas, y el mejoramiento del acceso universal a programas de prevención. Se espera que, con estos avances, la carga de los DCTN se reduzca aún más, asegurando mejores oportunidades de vida para los recién nacidos en todo el mundo.

RECOMENDACIONES

  1. Promover la suplementación con ácido fólico en mujeres en edad fértil, especialmente desde antes de la concepción y durante el primer trimestre del embarazo. Las instituciones de salud deben asegurar el acceso gratuito a suplementos y campañas educativas.
  2. Fortalecer los programas de tamizaje prenatal mediante el uso oportuno de marcadores bioquímicos (como la AFP) y ecografía estructural, para lograr la detección precoz de defectos del tubo neural y brindar consejería adecuada a las gestantes.
  3. Capacitar al personal de salud en el manejo integral y multidisciplinario de los defectos del tubo neural, desde el nivel primario hasta el especializado, incluyendo aspectos médicos, quirúrgicos, psicológicos y sociales.
  4. Desarrollar políticas públicas sostenidas para la fortificación obligatoria de alimentos con ácido fólico, especialmente en países con alta prevalencia de malformaciones congénitas y limitada cobertura prenatal.
  5. Incentivar la investigación biomédica sobre los factores genéticos y moleculares implicados en la neurulación, así como sobre nuevas alternativas terapéuticas prenatales menos invasivas y más accesibles.
  6. Fomentar el acompañamiento familiar y psicosocial en los casos diagnosticados, garantizando un enfoque humanizado, ético y respetuoso de los derechos de la madre, el niño y su entorno.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *